Cada 7 de junio el mundo celebra el Día Internacional de la Inocuidad de los Alimentos. Se trata de una jornada destinada a la toma de conciencia sobre la elaboración responsable de alimentos. Sin embargo, también es un día para “inspirar acciones que ayuden a prevenir, detectar y gestionar riesgos transmitidos por los alimentos”, según afirma el sitio oficial de las Naciones Unidas.
Ahora bien, ¿para qué sirve tomar conciencia sobre la elaboración de alimentos e inspirar buenas prácticas?
Muchas veces, el cliente final solo compra un alimento y lo consume. Confía en su estado, en su vencimiento, en su sabor y, sobre todo, en la experiencia que vivirá adquiriendo dicho producto.
¿Acaso, alguien tiene dudas que el comer algo rico nos pone felices? Pues bien, el cliente compra su alimento preferido, lo retira de la góndola confiado en que está comprando calidad.
¿Es su responsabilidad la inocuidad del alimento? Por supuesto que no. Si bien, el cliente tiene la responsabilidad de verificar aquello que pondrá en su carrito de compras; es la industria alimentaria la responsable de controlar que, aquello que llegue al mercado, llegue en perfectas condiciones.
Y, por eso, hablamos de inocuidad alimentaria. Y no es para menos que, el asegurar que los alimentos sean inocuos tenga su propio día internacional. Sencillamente, porque se trata de una jornada de reflexión para aunar fuerzas y asegurar alimentos sanos (y deliciosos) a las poblaciones.
La inocuidad alimentaria es fundamental en la vida de todo ser vivo, sencillamente, porque hablamos de aquello que alimenta el cuerpo y, por tanto, mantiene la vida y fomenta la buena salud. Según las Naciones Unidas, existe una estimación anual de 600 millones de casos de enfermedades transmitidas por alimentos en todo el mundo. Hablamos, claro está, de alimentos no inocuos que representan una amenaza para la salud humana y, también, para las economías.
Uno dato no menor es que, por consumir alimentos en mal estado; mueren al año en todo el mundo alrededor de 420.000 personas. Entonces, ¿por qué no hablar de inocuidad alimentaria? Sin dudas, un producto sano juega un papel fundamental en la seguridad de los alimentos en todas las etapas de la cadena alimentaria. Nos referimos tanto a la etapa de producción, la cosecha, el procesamiento, el almacenamiento, la distribución y, el final de todo el proceso; la preparación y el consumo.
Por todo ello, saber asegurar la inocuidad de los alimentos es una responsabilidad que comienza en la industria. La buena noticia es que, en Rodin SRL contamos con los instrumentos necesarios para realizar un buen control de todo aquello que se produce, para no solo garantizar buenos alimentos; sino que, además, sostener la reputación de marca.
Si tu duda es cómo asegurar la inocuidad de los alimentos, dejanos decirte que solo tenés que contar con alguno de estos tres instrumentos infalibles para el buen control de la producción alimentaria. Estos instrumentos, y muchos más, podrás encontrarlos en la tienda online de Rodin SRL. Si tenés dudas sobre su funcionamiento o procedimiento, nuestro personal capacitado podrá brindarte toda la información necesaria para incluirlos en tu quehacer diario y así, contribuir a la seguridad alimentaria y, claro está, a fomentar la salud humana.
Te contamos cuáles son los productos que tenemos en Rodin SRL que te permitirán garantizar alimentos inocuos.
El sistema MDS de la marca 3M, también conocido como sistema de detección molecular, es un instrumento perfecto para operar en laboratorios que trabajan en la detección de patógenos presentes en alimentos o bebidas.
Según la misma firma, la técnica que realiza el instrumento de detección molecular posibilita la amplificación y la detección rápida de fragmentos de ADN de forma isotérmica, lectura a través de bioluminiscencia y con un software preparado para interpretar los resultados. Asimismo, este sistema compacto, permite realizar hasta 94 muestras en el mismo ensayo y analizar muestras tanto de alimentos, piensos como de muestras ambientales.
Esta innovadora tecnología no solo optimiza la productividad, sino que reduce los tiempos de entrega de resultados además de brindar datos precisos. Una combinación perfecta que potencia el trabajo de un laboratorio, a la vez que asegura los productos que se lanzan al mercado.
Un kit de prueba elaborado por la empresa internacional de seguridad alimentaria, Neogen. Se trata de un producto capaz de detectar sustancias peligrosas en los alimentos. En este caso en particular, nos referimos a una prueba Reveal 2.0 para Salmonella, capaz de proporcionar una rápida recuperación de Salmonella en enjuagues de canales de pollos, carne de pavo molida cruda, carne de res molida cruda, perros calientes, camarones crudos, productos listos para comer, comida seca para perros, helado, espinaca fresca, cantalupo, mantequilla de maní, hisopos de superficies de acero inoxidable y muestras de agua de riego de brotes, permitiendo la detección e identificación presuntiva de Salmonella dentro de 24 horas.
Los medios de cultivo en polvo en general permiten el crecimiento de ciertos microorganismos considerados como necesarios en el sector industrial. Nos referimos a aquellos microorganismos cuya presencia resulta indispensable en la producción y conservación de alimentos. Se trata, entonces, de técnicas de laboratorio que permiten el desarrollo de ciertos virus, microorganismos, tejidos o células; los mismos que aseguran un análisis correcto de las muestras recogidas.
La marca en la que más confiamos, cuando se trata de medios de cultivo, es NEOGEN. Se trata de una compañía con una amplia oferta de productos, entre ellos, medios de cultivo que pueden aplicarse ya sea en la industria alimentaria, de bebidas, proteína animal y agricultura.
Sin dudas, hablar de inocuidad de los alimentos no solo precisa un día de reflexión y concientización, sino también, de acciones concretas que aseguren un producto de confianza para todos los consumidores que exigen buenos sabores y, sobre todo, salud y disfrute. En Rodin SRL brindamos las opciones indicadas para asegurar cada eslabón de la cadena productiva, especialmente, la que potencia tu reputación: la calidad del alimento que tu fábrica produce.
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