Todos queremos saborear ricos platos, en especial aquellos que, para su elaboración, requieren de aceite en cantidad. Pero, como también es valioso cuidar la salud de los comensales, el aceite de cocina que se utilice debe ser el indicado, sobre todo, si con él se preparan recetas de comidas fritas. ¿Qué queremos decir con esto? Simplemente, el aceite de fritura con el que se trabaje debe estar en óptimas condiciones, pues, de no ser así, el resultado podría afectar varios puntos de la cadena gastronómica. ¿Te imaginás cuáles? Detallaremos tres de los más importantes.
Primero, y antes que nada, el plato se vería totalmente arruinado, pues se transformaría en un menú poco sabroso. El aceite en malas condiciones afectaría el sabor esperado de la combinación de ingredientes. Segundo, la digestibilidad de los alimentos no sería la correcta, lo que provocaría molestias estomacales en los comensales como, por ejemplo, inflamación. Y, tercero, no conocer la calidad del aceite de fritura podría desencadenar costes innecesarios que, fácilmente, se podrían evitar si se controlara a tiempo las condiciones de los recursos con los cuales se trabaja. Hablamos de hacer un buen aprovechamiento del aceite de fritura, ya sea que se trate de la cocina de una gran industria alimentaria, como de un restaurante, cocina profesional o, por qué no, familiar.
Medir la calidad de aceite de tu cocina te permitirá conocer el estado real de este recurso gastronómico. A la vez, será la garantía de platos bien hechos y pesados para el paladar de tus clientes, familiares o amigos. Si sos parte de una gran industria o si el aceite es elemento indispensable de tu cocina, tenés que saber que medir su eficacia te permitirá ahorrar dinero. ¿Cómo? Es fácil, al mantener un control periódico del aceite de fritura, podrás determinar sus condiciones y sabrás cuándo es el momento correcto de cambiarlo.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta sobre la importancia de conocer el estado del aceite, es el cumplimiento de las normativas vigentes sobre las condiciones del mismo. Precisamente el Código Alimentario Argentino en su Artículo 523bis – (Res 2012, 19.10.84) determina lo siguiente:
«Los aceites y grasas vegetales comestibles podrán ser adicionados, con la exclusión de los aceites de oliva de presión no refinados, de los siguientes antioxidantes y sinergistas:
1. Galato de propilo, galato de octilo y galato de dodecilo (o sus mezclas), Máx: 100 mg/kg (100 ppm), aislados o mezclados.
2. Hidroxianisol butilado (BHA), Máx: 200 mg/kg (200 ppm).
3. Hidroxitolueno butilado (BHT), Máx: 200 mg/kg (200 ppm)
4. Terbutilhidroquinona (TBHQ), Máx: 200 mg/kg (200 ppm).
5. Mezcla de los galatos citados, BHA y/o BHT, Máx: 200 mg/kg (200 ppm) siempre que no incorporen más de 100 mg/kg (100 ppm) de galatos.
6. Mezclas de TBHQ con BHA y BHT, Máx: 200 mg/kg (200 ppm).
7. Tocoferoles naturales o sintéticos (en concentración que no exceda la necesaria para el efecto deseado).
8. Palmitato y estearato de ascorbilo, Máx: 200 mg/kg (200 ppm), aislados o mezclados.
9. Acido cítrico, ácido fosfórico, citrato de monoisopropilo, ésteres de monoglicéridos con ácidocítrico, Máx: 100 mg/kg (100 ppm), aislados o mezclados.
El máximo señalado para los compuestos comprendidos en el Inc 9 será el mismo cuando se usen solos (si el aceite posee suficientes antioxidantes naturales) o en mezclas sinérgicas con los antioxidantes citados en los Inc 1 a 8».
¿Necesitás más motivos?
Quizás, hayas tirado aceite pensando que ya no servía y, sin darte cuenta, aún estaba en condiciones de brindarte los mejores menús. O, tal vez, todo lo contrario; para sacarle el mejor provecho, estuviste usando un aceite quemado que solo tuvo como resultado alimentos pocos vistosos e, incluso, poco gustosos. Y, ¡peor aún! Que nunca te hayas enterado, pues el cliente pudo haberlo guardado como secreto. Sea uno u otro el caso; sabés bien que esta situación no puede seguir ocurriendo.
Para lograr satisfacer el paladar de tu cliente o, tal vez, para sorprender a los invitados de una gran fiesta; existe una solución que te permitirá tener un aceite de fritura en condiciones perfectas y, además, evitará pérdida de recursos; por ende, gastos innecesarios. Nos referimos al medidor de aceite de fritura TESTO 270, una tecnología que podrás encontrar en Rodin S.R.L. Te aseguramos, será tu próximo aliado en la cocina.
El mejor medidor de aceite de fritura es, sin dudas, el TESTO 270. Se trata de un aparato fácil de usar que permite dar con la calidad indicada en torno al proceso de fritura. Gracias a su rápido control se puede conocer los valores críticos de TPM y saber si es necesario cambiar o no el aceite de cocina. De esta manera, se evita el uso indiscriminado de recursos a la vez que se garantiza un resultado gastronómico apetecible.
TESTO 270 es un sensor de aceite capacitivo que cuenta con un diseño adaptado a las necesidades de quien lo opere, además, es completamente seguro y ergonómico. Esto permitirá realizar una perfecta medición en grasa caliente a la vez que protegerá al operario del calor que emana la freidora.
Funciona a partir de un protocolo muy sencillo y consta de los siguientes pasos:
9 octubre, 2024
5 septiembre, 2024
28 agosto, 2024
23 junio, 2024